martes, 5 de mayo de 2009

Prescripción de los Remedios Florales: Cinco reglas básicas

Hemos visto hasta aquí los estados mentales negativos sobre los cuales actúan las flores descubiertas por Edward Baach.
Suele ocurrir que muchas personas, después de leer las características de cada remedio exclamen: " ¡Pero yo necesito las 38 flores!". Esto, de alguna manera es cierto, ya que los estados emocionales que Bach individualizó son universidades y lodos los seres humanos, en un momento o en otros los pueden sufrir.
No se pueden ni se deben tomar todas las flores al mismo tiempo, por lo que luego veremos las reglas básicas para su prescripción.
La entrevista que se hace a una persona que decide medicarse con el sistema Bach difiere muy poco de una clásica entrevista de clínica psiquiátrica o de la que realizaría un homeópata unicista. La diferencia estriba en que en el sistema Bach, debemos aplicar nuestro esfuerzo en detectar
las emociones en desequilibrio.
La primera parte de la entrevista será libre. En ella el paciente explicará espontáneamente el motivo de su consulta. Luego se hará el interrogatorio con el objeto de precisar, con la mayor exactitud posible, el remedio adecuado. Para eso considero conveniente el cumplimiento de las cinco reglas básicas siguientes.
Primera regla básica: averiguar las causas de los síntomas relatados.
Si el paciente manifiesta que padece de insomnio, esto solo no nos dice nada para el sistema Bach. Debemos preguntar por qué no puede dormir, pero no nos debe interesar la causa inconsciente profunda, sino la causa más superficial. Suelo pedir a mis pacientes que me describan su insomnio.
Alguien me dirá, por ejemplo, que va a la cama y a los pocos minutos se levanta, que se siente inquieto, aparece alguna idea que le preocupa, lee un rato, luego interrumpe la lectura y apaga la luz, minutos después se levanta nuevamente, come algo, intenta nuevamente dormir, no puede y termina tomando una copa de alcohol o un psicofármaco.
Este tipo de insomnio corresponde a Agrimony. Como se recordará esta flor corresponde al sujeto que niega su tortura interna, disfraza su sentir y frecuentemente siente angustia con opresión en el pecho. Estas personas al irse a dormir no pueden enmascarar sus sentimientos tan fácilmente como lo hacen durante el día, aparece la preocupación negada y finalmente recurren a un medio artificial para poder conciliar el sueño.
Otra persona nos explicará que no duerme porque en cuanto apaga la luz comienza a pensar en su trabajo, en las cosas que tiene que resolver, etcétera y esas ideas preocupantes giran en su cabeza. Este tipo de insomnio corresponderá a White Chestnut, el estado mental de "disco rayado" como lo llamó Bach.
Otro paciente nos dirá que cada vez que va a dormir siente miedo a la oscuridad, lo que llevará a indicar Mimulus, o bien que siente miedo y no sabe a qué, lo que requerirá Aspen, En síntesis: la descripción fenomenológica del síntoma nos indicará el remedio adecuado.
Veamos otro ejemplo con otro síntoma. Una persona consulta por depresión. Preguntaremos cuándo y por qué comenzó la depresión. Si se desarrolló a partir de un duelo 0 de una situación traumática, indicaremos Star of Bethlehem. Si a partir de una pérdida económica, corresponderá Gentian. Si la depresión apareció sin causa conocida será pasible de ser medicada con Mustard. También puede haber depresión por haber sido rechazado por la persona amada, lo que corresponderá a Chicory,
Segunda regla básica: no dar demasiados remedios.
Lo ideal es no pasar de seis, y si es posible dar uno solo, mejor. En casos extremos pueden indicarse hasta nueve, nunca dar diez remedios. Si después de una entrevista surgen muchos remedios, es índice de que no se ha comprendido al paciente. Si realmente no se pueden determinar las flores básicas a prescribir, se deberá recurrir a los remedios catalizadores.
Ya al hablar de las flores dije que Holly, en las personas activas, y el Wild Oat, en las de tipo pasivo, tienen efecto catalizador. Por esto los daremos en los cuadros confusos y citaremos al paciente luego de que haya tomado un frasco. En esa segunda entrevista veremos con claridad qué otros remedios corresponden. En algunos casos el Star of Bethlehem puede actuar en el mismo sentido, no tanto porque sea un catalizador en sí mismo, sino porque las secuelas de alguna situación traumática, vivida por el paciente con anterioridad al cuadro actual, puede enmascarar otros medicamentos.
Tercera regla básica: una vez realizada la entrevista debemos jerarquizar las emociones en desequilibrio que hayamos observado.
Es decir, tratar de establecer cuál es el remedio que domina el cuadro, cuál es la emoción que debemos equilibrar en primer término o qué es más importante en el paciente. ¿Es la depresión? ¿Es la pasividad? ¿Deriva una emoción de otra?
Jerarquizar los estados mentales patológicos es quizás, la tarea más difícil para el médico que usa el sistema Bach. Veamos un ejemplo.
Una persona puede relatar que está deprimida a raíz de la pérdida de su trabajo, no cree que pueda volver a conseguir otro empleo y se siente insegura para efectuar entrevistas tendientes a conseguirlo. Rápidamente elegiremos Gentian y Larch como las flores indicadas. Pero si interrogamos más detenidamente quizás podemos prescindir de Larch, pues puede ser un estado mental subsidiario de la depresión y desaparecerá con la sola indicación de Gentian. Y es evidente que cuando se da un medicamento único se lo ve actuar más rápidamente.
Cuarta regla básica: las flores se indican para los estados emocionales conscientes, o que sin ser totalmente conscientes, pueden ser registrados por el observador en un plano superficial.
Por ejemplo, en un paciente deprimido, podemos inferir correctamente y en virtud del conocimiento psicoanalítico, que en realidad está enojado, pero si el paciente no manifiesta el enojo y no lo captamos contratransferencialmente, es decir a través de nuestra propia emoción, debemos indicar el medicamento de la depresión y no el del odio. En la segunda entrevista, seguramente, aparecerá la agresión y modificaremos el remedio.
Quinta regla básica: los remedios florales actúan por capas, desde la superficie a la profundidad.
Es decir que, dado un remedio y equilibrada una emoción, aparecerá otro estado mental negativo que dará su correspondiente síntoma y requerirá otra flor para ser equilibrado. En los casos crónicos iremos dando una flor y otra a medida que el cuadro lo requiera.
Vimos esto al hablar de Agrimony, medicamento con el que se observa este fenómeno quizás con más claridad. También dí un ejemplo al hablar de los remedios catalizadores.
Esta acción que ejercen las flores sobre los diferentes planos psíquicos, de la superficie a la profundidad, llevan a que el tratamiento que se realiza a través de ellas resulte una suerte de "psicoterapia medicamentosa".

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