martes, 5 de mayo de 2009

Historias Clínicas: Una enfermedad incurable

El señor Mario H., divorciado, de 45 años, dibujante publicitario, es enviado por su neurólogo para tratarse con el sistema Bach, pues padece un cuadro depresivo. Desde hace un año se le ha diagnosticado una degeneración estríonígrica o quizás una degeneración cerebelosa tardía. Es imposible hacer el diagnóstico diferencial entre estas dos afecciones, duda que solamente se puede aclarar por medio de análisis anatomopatológico. Sea un cuadro u otro a los fines pronósticos no hay demasiada diferencia. Son enfermedades degenerativas, lentas y progresivas y que no responden a la medicación.
Eos primeros síntomas que relata el paciente fueron de pérdida de equilibrio y mareos, síntomas que se mantienen hasta el presente y lo llevan a un continuo movimiento de balanceo, habiendo sufrido varias caídas (Scleranthus).
Dice que la enfermedad se desencadenó después de una situación familiar que resultó muy traumática para él (Star of Bethlehem).
Este cuadro lo ha llevado a tal invalidez que se ha visto obligado a volver a vivir en la casa de sus padres. "Me sien-to inseguro (Larch), no tengo estabilidad y me caigo (Scleranthus)". Actualmente se siente deprimido por la situación de dependencia en la que se encuentra y a la que no estaba acostumbrado (Gentian). Siente rabia contra su familia (Holly) y sólo puede dormir tomando psicofárma-cos. Ha perdido el apetito. Tiene miedo de estar solo hasta para bañarse (Mimulus).
Observo que tiene dificultad en la articulación de la palabra.
Mario es divorciado, no tuvo hijos, vivía solo antes de su enfermedad y trabajaba como dibujante en una empresa de publicidad. Siempre estuvo satisfecho con su tarea, aparte de la cual, pintaba, habiendo hecho algunas exposiciones. Desde el comienzo de su enfermedad dejó la pintura y se ha visto obligado a abandonar su trabajo. Se define así mismo como una persona obsesiva, retraída y orgullo-sa. (Water Violet).
Es un hombre inteligente con inquietudes intelectuales.
Prescribo una fórmula compuesta de : Star of Bethlehem + Scleranthus + Mimulus + Holly, a tomar 4 gotas 6 veces por día.
Dos meses después se realiza la segunda entrevista. Mario dice sentirse mejor, no está deprimido, el miedo y la agresión contra su familia han desaparecido. Ha mejorado levemente su balanceo y no ha tenido caídas. Indico una nueva fórmula de Rescue Remedy + Scleranthus.
Dos meses después el neurólogo que hizo la derivación me informa que Mario ha hecho un gran cambio. Parientes y amigos están sorprendidos. No está deprimido. Tiene ganas de hacer cosas. Ha salido al cine y al teatro, tiene buen apetito y duerme bien. Se observa cierta mejoría en sus trastornos de equilibrio y mareos. Volvió su interés por la pintura y ha pintado dos cuadros.
Presento este caso para mostrar como los Remedios Florales, aún en una enfermedad tan severa y de mal pronóstico como la que padece Mario, son útiles, pues al equilibrar el estado emocional permiten al paciente hacer una vida independiente y tolerar mejor su dolencia incurable.
A pesar de la persistencia de los síntomas orgánicos, Mario pasó de estar deprimido y en un estado regresivo y dependiente, a manejarse con bastante independencia, a estar conectado con el mundo e, incluso, pudo recuperar su capacidad creativa y volver a la pintura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario