martes, 5 de mayo de 2009

Aplicación de los Remedios Florales

Los Remedios Florales forman, como ya dije en la Introducción, un sistema médico que puede ser usado tanto en seres humanos como en animales y plantas.
Bach no era psiquiatra, practicaba la clínica médica, y cuando creó este sistema lo usó en todo tipo de enfermedades clínicas. Trataba así con sus flores enfermedades cardíacas, renales, etcétera, fueran de tipo infeccioso, degenerativo o de cualquier etiología. Se informaba de los signos físicos y establecía un diagnóstico, pero indicaba el medicamento según las emociones en desequilibrio que sufría el paciente, y esto curaba su dolencia física. Trataba al paciente y no a la enfermedad. Cuando ésta presentaba una localización, por ejemplo, una artrosis de rodilla, indicaba por boca la fórmula correspondiente, y la misma fórmula, en otra forma farmacéutica, pomada, loción, etc., en aplicación local. Personalmente he tenido algunas oportunidades de usar esta técnica en mi práctica privada y el resultado ha sido excelente. Dada mi formación psiquiátrica y psicoanalítica, he usado los Remedios Florales en mi trabajo en salud mental. La experiencia muestra que todos los cuadros psiquiátricos son pasibles de ser tratados con las flores aunque no en todos pueda usarse como única medicina.
Los casos agudos o los leves son, naturalmente los que más se benefician. Los casos crónicos, como en todas las medicinas, requieren un tratamiento prolongado, ya que, lo que en mucho tiempo se forma, necesita tiempo para modificarse, en estos casos suelo decir a mis pacientes que para este tratamiento se requieren dos cualidades: paciencia y constancia, y que deben tomar el remedio con la misma naturalidad y falta de expectativas con la que se lavan los dientes todas las mañanas.
En las psicosis, al igual que en ciertos cuadros orgánicos severos, las flores también actúan, pero siendo estos casos el producto de una alteración muy profunda de la personalidad, se requieren otras medicinas asociadas. Si bien podemos pensar que en tales casos, ya es demasiado tarde para actuar sobre el campo energético del paciente, conviene usarlos, pues pueden modificar la actitud del paciente frente a su enfermedad y, a veces, llegar a detenerla (ver Caso III del Capítulo VI).
En el área de la salud mental la asociación más común de los Remedios Florales es con la psicoterapia. Ciertos psicoterapeutas rechazan estos remedios, probablemente por falta de información, con la idea de que las flores pueden "tapar" conflictos o afirmando que la cura por la palabra es más "profunda". Me detendré en estas afirmaciones porque creo que derivan de una confusión.
La mayoría de las psicoterapias y especialmente las psicoanalíticas y orientadas psicoanalíticamente, que son las más habituales en nuestro medio, tienen como objetivo la ampliación del campo de la conciencia, "hacer consciente lo inconsciente", como dijo Freud. Si bien este fenómeno se daría concomitantemente con una modificación energética, lo que se expresa en cambios emocionales, en la práctica este objetivo no se logra tan frecuentemente como sería de esperar. Las razones son múltiples y complejas y no me propongo discutirlas aquí en extenso. Digamos que, en parte, derivan de la patología de nuestra época, tan diferente de la época de Freud. Hoy priman más las defensas del tipo de la disociación que las de la represión, siendo a mi juicio las primeras más difíciles de resolver a través de la palabra, que las segundas. Esto hace que la mayoría de los pacientes adquieran más un conocimiento intelectual, que una verdadera ampliación del campo de la conciencia con su lógico correlato emocional, es decir energético. Y cuando digo correlato emocional, no me refiero a la abreacción o descarga emocional sino a un cambio en la calidad de la emoción, como ilustra el caso que presenté en el Capítulo VIL
En estos casos la asociación de la psicoterapia con los Remedios Florales es utilísima, porque al actuar éstos en el plano energético, provocan modificaciones que aportan material inestimable para la tarea psicoterápica. Una de estas modificaciones se expresa en la afluencia de sueños que estos medicamentos provocan, sobre todo en los comienzos del tratamiento, lo cual es un índice de movilización "profunda" de la psique.
Un ejemplo clínico ilustrará mejor este tipo de acción.
La señora B., de 45 años, casada y madre de un hijo de 10 años, consulta por sentirse muy celosa y agresiva. Se ha analizado muchos años, primeramente en grupo y luego en análisis individual, del que fue dada de alta. Estas terapias fueron exitosas y le ayudaron a hacer cambios importantes en su vida. Indico Holly en la dosificación habitual de 4 gotas a tomar 6 veces por día. Alrededor de 10 días después de tomar la medicación me llama desesperada, se había orinado en la cama durante el sueño. Naturalmente esto le provocó una situación nada agradable con su esposo. A su pregunta de que si podía ser el efecto de los remedios, ya que nunca le había pasado una cosa así, le pregunto si había sido enurética de niña. Me responde afirmativamente, sufrió de enuresis hasta los 11 años. Pese a mis explicaciones de que ese "accidente" respondía a una movilización "profunda" y de antiguas estructuras patológicas y que iba a pasar, etc., etc., la paciente abandonó el tratamiento.
Queda claro entonces, que los Remedios Florales no "tapan" síntomas, ya que no provocan supresión por actuar en el substrato energético y pueden llegar a planos "profundos" y antiguos de la psique o más bien de la persona.
Otra posible y exitosa asociación terapéutica se da con la cirugía. Medicar con el sistema Bach a un paciente antes y después del acto quirúrgico asegura una estabilidad emocional cuyos resultados se observan en la pronta recuperación post-quirúrgica.
En el embarazo y parto las flores son el medicamento ideal. Harto sabidos son los riesgos de la medicina alopática en estos casos. Dada la especial sensibilidad que adquieren las mujeres en estas etapas de la vida, están más expuestas que nunca al desajuste emocional, desajuste que si no se corrige, incide obviamente en su propia salud y en la del hijo. En algunos casos, dando solamente el Rescue Remedy durante todo el embarazo, se logra un equilibrio que permite enfrentar el parto en condiciones ideales y con más razón aún si se prevé que el parto no será normal.
Es quizás en el campo pediátrico donde los Remedios Florales actúan más espectacularmente. El maleable organismo infantil lo hace buen receptor de las flores y de los cambios a los que ellas llevan. Se puede y se deberían dar desde el nacimiento. Colocado el Rescue Remedy en los pezones de la madre, el bebé incorpora el medicamento en cada mamada y éste actúa borrando las secuelas del traumatismo del parto y equilibrando al bebé en su alimentación y sueño. Si bien tengo poca experiencia en estos casos, el resultado siempre fue exitoso. Más adelante, en la vida del niño, el sistema Bach se puede usar en todo tipo de patología tanto como medicación única como asociado a otras medicinas, con excelente resultado.
Sería extenso e innecesario continuar detallando las diversas aplicaciones de este sistema médico. Cuando se comprende el mecanismo profundo y la ideología que subyace a él, se comprende por qué su uso es universal, lo que no quiere decir que sea perfecto, ya que las panaceas no existen.
Pero volvamos a Bach. Nos dice en su Introducción a "Los Doce Curadores". . .:
"Al ser la mente la parte más delicada y sensible del cuerpo, en ella aparecen la génesis y el curso de la enfermedad más claramente que en el resto del cuerpo, por lo que se utiliza la observación de la mente como guía para conocer qué remedio o remedios se requieren. En la enfermedad se da un cambio de humor en la vida diaria, y las personas observadoras pueden notar ese cambio incluso antes, y a veces mucho antes de que aparezca la enfermedad, y con un tratamiento se puede lograr prevenir la enfermedad".
Este párrafo nos lleva a entender el uso ideal de estas sencillas flores. Efectivamente, si podemos detectar el inicio de un estado patológico por el desequilibrio mental correspondiente, estamos en el mejor momento para iniciar la acción terapéutica a través de las flores y evitar así la cristalización del estado mental patológico que llevará a la patología orgánica.
Este sistema médico resulta entonces excelente para realizar medicina preventiva.
Así lo usaba Bach, quien recomendaba, según nos dice Nora Weeks, que con la misma naturalidad con que decimos "Tengo hambre, voy a prepararme una ensalada", debemos decir "Tengo miedo, voy a tomar Mimulus", o "Estoy muy intolerante, tomaré Beech".
Es evidente que para usar los Remedios Florales de esta manera se requiere, en primer lugar, un conocimiento sólido de los estados mentales que las flores corrigen, que se puede adquirir leyendo una y otra vez la descripción de Bach. En segundo lugar, un conocimiento profundo de nosotros mismos unido a una honestidad básica y un deseo de cambio y evolución.
Dice Hyne Jones en su "Diccionario de los Remedios Florales de Bach", que si se está viendo una película de horror por televisión y esto provoca miedo, se deberá tomar Rescue Remedy, pero además, se deberá apagar el televisor.
Esta sencilla recomendación nos muestra que si bien las flores nos pueden ayudar en todo momento a restablecer el equilibrio emocional perdido, debemos mantener una vida higiénica para preservar dicho equilibrio.
Sobre el cuidado de la mente y el cuerpo nos dice Bach : en "Cúrese usted mismo":
"Nuestros consejeros espirituales, médicos de verdad e íntimos amigos podrán ayudarnos a conseguir un buen retrato de nosotros mismos, pero el método perfecto de aprender es el pensamiento sereno y la meditación . . . Sólo con que podamos apartarnos un rato todos los días, perfectamente solos y en un lugar tranquilo, sin que nadie nos interrumpa, y sentarnos o tumbarnos tranquilamente, con la mente en blanco o bien pensando sosegadamente en nuestra labor en la vida, veremos después de un tiempo que esos momentos nos ayudan mucho y que en ellos tenemos como flashes de conocimiento y de consejo". Y respecto del cuidado del cuerpo:
"Sin llegar a identificarnos demasiado con nuestros cuerpos, debemos tratarlos con respeto y cuidado para que se mantengan sanos y duren más tiempo, a fin de que podamos realizar nuestro trabajo ... La limpieza interna y externa es de gran importancia. Para la limpieza externa, nosotros los occidentales utilizamos agua excesivamente caliente; ésta abre los poros y permite la admisión de suciedad. Además la excesiva utilización de jabón vuelve pegajosa la superficie. El agua fresca o tibia en forma de ducha o de baño renovado, es el.método más natural y mantiene el cuerpo más sano ... La limpieza interna depende de la dieta, y deberíamos elegir cosas limpias y completas y lo más frescas posibles, principalmente frutas naturales, verduras y frutos secas. Desde luego habría que evitar la carne animal; primero, porque provoca en el cuer-po veneno físico; segundo, porque estimula un apetito excesivo y anormal y tercero, porque implica crueldad con •I inundo animal. Debe tomarse mucho líquido para limpiar el cuerpo, como agua y vinos naturales y productos derivados directamente del almacén de la Naturaleza, evitando las bebidas destiladas más artificiales. El sueño no debe ser excesivo, ya que muchos de nosotros tenemos más control sobre el cuerpo cuando estamos despiertos que cuando dormimos, El antiguo dicho inglés "cuando llega la hora de darse la vuelta llega la hora de levantarse" es una excelente indicación de cuándo levantarse.
Las ropas deben ser ligeras de peso, tan ligeras como lo permiten el calor que den; deben permitir que el aire
traspase hasta el cuerpo, y siempre que sea posible hay que exponer el cuerpo a la luz del sol y al aire fresco. Los baños de agua y de sol son grandes fuentes de salud y vitalidad".
Así, cumplir estas normas higiénicas, preservarnos de los estímulos nocivos y recurrir a las flores al menor indicio de desequilibrio emocional, serían, para Bach las tres herramientas que deberíamos utilizar para estar en armonía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario